domingo, 23 de junio de 2013

EQUIPO BÁSICO PARA CAZAR EN ESPERAS VERANIEGAS NOCTURNAS

     Las esperas veraniegas pueden depararnos lances extraordinarios bajo la luz de la luna esperando la entrada de un buen jabalí al puesto. En las esperas, el cazador debe superar la astucia del jabalí desenvolviéndose en la penumbra de la noche y para lograrlo debe contar con el equipo adecuado.
A continuación os hago un repaso de todo lo que necesitaremos para llevar a buen término nuestros aguardos este verano.
ARMAS Y VISORES
     El disparo en esta modalidad de caza fundamentalmente se caracteriza por realizarse con poca luz y a distancias cortas, por tanto los mejores resultados los conseguiremos con rifles potentes equipados con miras telescópicas de aumentos variables que posean buenos campos de visión.
Necesitaremos lentes de gran calidad y retículas que se puedan distinguir en la oscuridad. Teóricamente cualquier rifle de caza mayor con un visor adecuado puede utilizarse en una espera nocturna dada la escasa distancia a la que se dispara. Sin embargo, eso no significa que todos los calibres y todos los rifles sean adecuados para cazar en esta modalidad cinegética. Además hay que destacar que el jabalí es un animal muy duro, de gruesa piel. Realmente es preferible utilizar calibres potentes, recordemos que debido a las condiciones del lance muchas veces no apuntamos con la misma precisión que en un rececho. Un calibre potente produce heridas más importantes por lo que tendremos más opciones de cobrar la pieza en las inmediaciones de donde recibió el disparo.
      Un factor clave del arma ideal para aguardos es que tiene que tener mecanismos silenciosos, de noche todo hace mucho ruido por lo que un arma silenciosa es un plus. Especialmente el seguro, que debe estar activado hasta el momento de disparar.
CALIBRES
De forma generalizada, no es recomendable utilizar calibres estándar menos potentes que un 30-06, ni municiones magnum excesivamente potentes.

    Más importante que el calibre en sí, es el cartucho que disparemos con nuestro rifle. El peso de la bala y su diseño es clave, como disparamos a corta distancia el proyectil impactará a gran velocidad en el animal, por lo que en principio se deben desechar los proyectiles que no se hayan diseñado para cazar a rececho a grandes distancias, ya que suelen ser blandos y podría ocurrir que la bala se desorganizara durante el impacto y no penetrara lo suficiente o se desvíe.




ÓPTICAS
      Lo aconsejable es montar una mira telescópica de la mejor calidad y lo más luminosa posible. Durante el verano por la noche se ve mejor que en invierno, pero aunque la luz de la luna sea óptima, de noche o al atardecer los mejores resultados siempre los conseguiremos con visores que tengan aumentos variables, objetivos de 50 o 56 mm, una retícula que destaque bien sobre el blanco, y sobre todo, una gran calidad óptica.
Más allá de que la retícula se pueda iluminar o no, es muy importante que posea trazos gruesos verticales y horizontales que se vean bien de noche para poder apuntar correctamente.
FOCO O LINTERNA
     Toda luz es poca, una vez localizado el jabalí, es fundamental un buen foco que sea capaz tanto de iluminarle como de seguirlo para comprobar si se ha ido herido o ha caído 20 metros más adelante. Respecto a la linterna a emplear, cualquier modelo actual nos ofrece potencia suficiente (pensemos que el lance se desarrollará a unos 50/70 metros) por  lo que debemos buscar un modelo que ofrezca un haz bien concentrado para que el blanco quede perfectamente nítido.
Respecto a la colocación de la linterna, conviene probarla a oscuras montada antes de la espera para comprobar si su luz no produce reflejos dentro de la óptica. Es frecuente que si está montada sobre el visor haga que se refleje y moleste el punto de mira en el visor.

Antiguamente se salía con una batería de coche y un foco de coche acoplado con un cable y un interruptor, hoy en dia como veis existen mejores medios.


ROPA ADECUADA
     Un factor que frecuentemente se pasa por alto en las esperas al jabalí es la elección de la ropa adecuada y hay que destacar que puede ser un elemento diferenciador entre el éxito o el fracaso de nuestro aguardo.
En primer lugar la ropa que vayamos a utilizar debe ser silenciosa, debemos evitar a toda costa materiales ruidosos siendo recomendable en verano ropa ligera y fresca, de algodón, con colores discretos y de manga y pierna larga, por aquello de los mosquitos. Un forro polar apenas pesa, y lo agradeceremos muchas noches, incluso de verano, en muchos puntos de nuestra geografía.
En segundo lugar no debe oler, para ello es conveniente utilizar jabones neutros a la hora de lavarla. En este sentido existe ropa técnica que evita que traspase nuestro olor corporal. También sprays cubreolores a base de humus u olor a plantas que son muy económicos y resultan bastante efectivos a la hora de camuflar nuestro olor corporal.
CONTROLANDO EL PUESTO
     Los jabalíes no sólo entran por la noche, pues si tienen sed y les pican los ácaros, entre otros bichos, salen a las bañas disparados y empiezan a  comer con sol. Sin duda la mejor forma de controlar el puesto, es la observación a cierta distancia de lo que ocurre en nuestro cebadero. Para ello podemos utilizar unos buenos prismáticos de visión nocturna que  nos permitirán hacernos una idea bastante clara de los movimientos de nuestro objetivo.
Si no disponemos de tiempo o el lugar no nos queda accesible existen algunas alternativas interesantes para efectuar un seguimiento exhaustivo de nuestro puesto. Por ejemplo relojes o bellotas que se dejan en el lugar y se paran al tocarlos el animal, indicando la hora de entrada al comedero.

EN EL PUESTO
    En el puesto es muy recomendable movernos lo menos posible, para ello es fundamental una buena silla, que le permita estar sentado cómodamente para poder disparar desde ella con el mínimo movimiento. La silla también le tiene que permitir levantarse sin hacer ruidos ni esfuerzos que pongan al jabalí en guardia, pues pocas serán las veces que podrá disparar sin levantarse. Llevaremos una manta para poner en el suelo, silenciando así nuestros movimientos en caso de tener que levantarnos.
También es muy recomendable una horquilla regulable sin que haga ruido, pues los rifles de los calibres que se utilizan para estos menesteres pesan mucho y enseguida tiembla el pulso.
Por último un teléfono móvil apagado o silenciado es siempre un buen compañero al que recurrir en caso de emergencia.

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