martes, 18 de agosto de 2015

La perdiz muere cuando come granos tratados con pesticidas

    
     Las perdices tienen  el riesgo del consumo de semillas tratadas en las épocas de siembra, si se quedan al descubierto, con el uso de fitosanitarios , concretamente con el imidacloprid, uno de los insecticidas más utilizados a nivel mundial y que a dosis recomendadas de uso es “altamente tóxico” y además tiene “efectos importantes sobre la salud y el éxito reproductor” de las perdices

      El Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos ha llevado a cabo un estudio para conocer los efectos sobre la salud y la reproducción de la perdiz que tiene la ingesta de trigo tratado que tiene entre sus principales aplicaciones el tratamiento de semillas.

 Durante la siembra del cereal algunas semillas tratadas con productos fitosanitarios quedan sin enterrar y son accesibles para el consumo de las aves. Su ingesta provoca que las aves resulten expuestas a una alta dosis de plaguicida en poco tiempo, con el consiguiente riesgo de intoxicación.

Remolque cargado de semilla tratada

       El estudio determinó que todas las perdices alimentadas con las semillas tratadas con la dosis recomendada de uso murieron a lo largo de los 21 días de exposición de otoño y el 31% lo hizo en los tres primeros días de exposición. La mortalidad en las hembras fue más rápida que en los machos; el 47 % murió en los tres primeros días de exposición. Además se constató por primera vez que el imidacloprid es acumulado en el hígado de las perdices durante el tiempo de exposición. Este descubrimiento, según los investigadores, puede ser de gran utilidad a la hora de estudiar la exposición real de las aves en el campo, un paso fundamental para analizar el riesgo para las mismas del uso de semillas tratadas con este insecticida.
      Además, las perdices alimentadas con semillas tratadas con el 20% de la dosis recomendada de aplicación no murieron, pero sí que sufrieron disminuciones de los niveles en sangre de glucosa y magnesio, y un aumento de la actividad de enzima antioxidante en respuesta a la exposición al insecticida. Estas perdices también presentaron una reducción en la intensidad del color rojo de su anillo ocular, un ornamento que refleja la salud del individuo y está relacionado con su inversión en la reproducción.
       Asimismo, la exposición a estas semillas retrasó la puesta de huevos y redujo el número de huevos por cada hembra. También es muy llamativo el hecho de que los pollos nacidos de perdices expuestas al imidacloprid tuvieran una peor respuesta inmune pese a no haber estado expuestos directamente al insecticida.