viernes, 20 de marzo de 2015

La concesión de más permisos en los cotos de Teruel se pospone para la próxima temporada

   
          La concesión de más permisos en los cotos de Teruel se pospone para la próxima temporada
    La Reserva Nacional de Caza de los Puertos de Beceite y Tortosa ha acordado duplicar los cupos de caza de cabra montés como medida preventiva ante la epidemia de sarna sarcóptica (variedad muy contagiosa), que se detectó en diciembre en esta especie en algunos cotos catalanes, en concreto en los situados en la comarca de la Terra Alta, limítrofe con la provincia de Teruel. En la zona de Beceite (única población aragonesa incluida en la Reserva Nacional) se otorgaron 13 permisos de caza a principios de la temporada, pero como medida preventiva, ahora se autoriza que por cada precinto pudieran sacrificarse hasta dos ejemplares
       Fuentes medioambientales explicaron que el aumento de las cuotas de caza en la Reserva Nacional tiene como fin prevenir que el brote se extienda mediante la reducción de la densidad poblacional. Además, hay también una razón económica detrás: obtener rendimiento económico de unos ejemplares por los que se pagan miles de euros antes de que puedan fallecer víctimas de la enfermedad.
      Como medidas preventivas, en Aragón se han iniciado medidas de vigilancia por parte de los agentes de protección de la naturaleza y los servicios veterinarios a través de las Oficinas Agroambientales.
   De momento, los agentes de protección de la naturaleza de la Reserva Nacional no han encontrado ejemplares afectados en esta zona que ocupa unas 30.000 hectáreas, alrededor de 4.000 en la provincia de Teruel, y que es un área de transición entre los cotos de la provincia y los cotos catalanes más perjudicados por el brote: Bot, Horta de Sant Joan, Gandesa y Prat de Compte. Ahí se ha delimitado y aislado una franja, considerada de alto riesgo para evitar que ningún animal salga y extienda la enfermedad.

   El objetivo de esta medida es ralentizar la progresión de la epidemia mediante la creación de bajas densidades de población de cabra con unos ratios de seis cabras por kilómetro cuadrado.

Cabra afectada de sarna
En trofeos y selectivos
      Los cupos se han duplicado para los machos más viejos, que se venden como trofeos y que son más propensos a contraer la enfermedad, y también en los selectivos, que son los machos que por sus características no reúnen los 205 puntos a partir de los cuáles un ejemplar puede calificarse como un trofeo.
      En cualquier caso, el aumento de las cuotas no afecta de momento a los cotos públicos ni a los privados de la provincia, ni siquiera al coto de Beceite. Los nuevos cupos asignados a la Reserva se gestionan a través de los agentes forestales.
     Los cotos tendrán que esperar a la asignación que se realice a finales de agosto para saber si se otorgan más precintos en la temporada del año que viene. Según el cazador de Valderrobres, Conrado Calduc, "la enfermedad avanza lentamente, de ahí que la medida no se haya generalizado, aunque creemos que, para evitar su expansión, el año que viene habrá más permisos para cazar trofeos". No en vano, recordó este cazador local, existe preocupación porque "la sarna es una enfermedad que puede perdurar de ocho a 10 años o incluso más como ocurrió en la Sierra de Cazorla, y eso repercute económicamente, incluso en el turismo, porque muchos cazadores acuden a la zona y pernoctan junto a sus familias".
     La temporada de caza de la cabra montés todavía no ha terminado (se puede cazar hasta mediados de mayo). Hasta entonces no se sabrá cuántos ejemplares se han cazado finalmente en la Reserva.


Sorprendido por tanto jabalí, no sabe al cual disparar



miércoles, 18 de marzo de 2015


         La Guardia Civil de Huesca ha detenido a tres personas como presuntas autoras de un delito de falsedad en documento público, en el marco de la operación 'Toledana' que investigaba irregularidades en el transporte de piezas de caza para consumo humano.
      El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha desarrollado en los meses de enero y febrero esta operación, dirigida a la inspección de transporte de piezas de caza, detección y control de irregularidades asociadas a la comercialización de carne de caza mayor para consumo humano.
      El Seprona ha podido constatar la existencia de numerosas infracciones en esta materia, por lo que era necesario un control específico sobre las empresas especializadas en la comercialización de piezas de caza y el transporte desde los cotos a estas compañías.
      Debido al "grave riesgo" para la salud pública que supone la introducción en la cadena alimentaria de productos procedentes directamente de la naturaleza sin los debidos exámenes sanitarios, se han realizado numerosos controles de estos transportes.
      Se han inspeccionado de manera aleatoria vehículos con remolques particulares y camiones de empresas profesionales, que transportaban caza mayor, ha detallado la Guardia Civil en una nota de prensa.
     Una vez dado el alto al vehículo, se controlaban una por una las piezas que portaban en cuanto a documentación sanitaria y origen cinegético que debe amparar estos transportes, comprobando igualmente las condiciones de desinfección, la colocación del precinto obligatorio y las posibles irregularidades al reglamento de transporte de carne.





El veterinario no había revisado las piezas
Así, en uno de los controles realizados se localizó en un camión que iba a recoger carne de caza, documentación acreditativa de que la misma había pasado el control sanitario pertinente y que su transporte se encontraba perfectamente amparado, cuando todavía no había siquiera recogido la carga, por lo que el veterinario todavía no había podido hacer la revisión necesaria, de forma que se procedió a la detención de un veterinario de esta provincia.
       Continuando con las investigaciones, se pudo demostrar que era una práctica habitual de esa empresa la comercialización de piezas de caza mayor abatidas en la provincia de Huesca y su introducción en la cadena alimenticia, sin haber pasado el primer y preceptivo examen sanitario por parte del veterinario, falsificándose el certificado que así lo acreditaba.
        Como resultado de las investigaciones se procedió a la detención de un empresario y un conductor de la provincia de Soria, todos ellos como supuestos autores de un delito de falsedad en documento público.
¡       En esta operación se han controlado 87 transportes, se han inspeccionado 473 piezas, se han denunciado 23 infracciones y, finalmente, detenido e imputado a estas tres personas. Las diligencias y los detenidos fueron entregadas en el Juzgado de Instrucción número 1 de Barbastro, que decretó la libertad con cargos de los detenidos.