lunes, 13 de noviembre de 2017

Denunciado un grupo de cazadores en una batida de caza mayor


       Agentes de Protección de la Naturaleza (APN) del Gobierno aragonés han denunciado a un grupo de cazadores por presuntas irregularidades en una batida de caza mayor en Belver de Cinca (Huesca) en la que fueron abatidos cinco jabalíes y nueve ciervos que iban a ser destinados al consumo humano.
Según informa el Ejecutivo regional, los integrantes de la partida fueron interceptados por los agentes el pasado 4 de noviembre, cuando estaban a punto de finalizar la batida y antes de la llegada de un camión que tenía la misión de transportar los animales abatidos a una empresa de transformación.
     A su llegada, los agentes comprobaron que los ciervos carecían del preceptivo precinto que debe de ser colocado en cada uno de los animales, por lo que requirieron a los participantes en la batida su documentación así como las autorizaciones del coto de caza en el que se encontraban.

Animales incautados

    Las fuentes citadas señalan que los APN pudieron constatar que los cazadores no sólo carecían de los precintos requeridos sino que habían sobrepasado el cupo autorizado de piezas para el año en curso.
Durante la intervención de los agentes, un camión de recogida de animales de caza para consumo humano llegó hasta la zona con la intención de recoger las piezas para su traslado hasta un centro de transformación.
Tras interceptar el camión, los APN comprobaron que transportaba otros cinco ciervos cazados previamente en Cataluña y sin los preceptivos precintos de autorización.
Los agentes, que verificaron los documentos exigidos para el transporte y comercialización de carne de caza, han iniciado una investigación en torno al origen y trazabilidad de los animales, así como la empresa que tenía previsto llevar a cabo la comercialización.
Los APN procedieron a decomisar los animales obtenidos de forma supuestamente ilícita para proceder a su traslado a un punto de alimentación suplementario para aves necrófagas, y formularon denuncias contra los integrantes de la batida.
Las fuentes citadas advierten que la caza de determinadas especies cinegéticas, como el ciervo, se autoriza desde el Instituto Aragonés de Gestión Ambiente (INAGA) con un cupo que viene determinado por la población existente en cada coto de caza.
Para garantizar que ese cupo de cumple por todos los cotos, el INAGA entrega tantos precintos como animales hay autorizados, debiendo colocarse en los animales tras abatirlos.