LA CODORNIZ
Es un ave pequeña en los machos
jóvenes, la garganta es blanca con algunas manchas negras longitudinales, pero
con el transcurso del tiempo adquiere una tonalidad rojiza o negruzca.
La parte superior del pecho
presenta un color de herrumbre más bien claro y, en la hembra, la garganta es
blanca con tonalidad pardusca y el pecho es pardo grisáceo o de tono
amarillento, con manchas alargadas y oscuras
Otro de los aspectos que
distinguen a la codorniz es su
canto, que a pesar de su
monotonía, resulta bastante sonoro y varía considerablemente según las
estaciones y las situaciones.
La codorniz tiene
un gran
mimetismo con el suelo y a veces se confunden
con él.
El entorno de la codorniz varía
según las estaciones del año; así en primavera y principios del verano, las
codornices prefieren los campos de
cereales y los
prados
y, en los meses de mayor calor, se refugian en los campos que se riegan, en las
praderas altas, etc.
Permanece en todos los lugares
donde encuentra condiciones ambientales adecuadas y donde haya una cierta
abundancia de alimento, preferentemente los campos cultivados con cereales, y
rehúsa habitar en terrenos áridos debido a su necesidad de beber y bañarse con
regularidad.
Alimentación
En la primavera y en los primeros
días del verano se alimenta de insectos, en verano y otoño se nutre de granos:
trigo,
centeno,
cebada, así como de
semillas de diversas
gramíneas silvestres
Migraciones
La codorniz se desplaza desde su
área de invernada africana a las zonas de nidificación de Europa siguiendo
varias rutas migratorias, proviene desde las costas de
Marruecos y de
Argelia, a la península Ibérica
El movimiento de retorno al
santuario invernal de las codornices se inicia con el final del verano de una
zona a otra, hasta cruzar el estrecho con un vuelo rápido pudiendo alcanzar los
70 Km/hora, aprovechando las corrientes de aire y las noches de luna llena.
Un dilema es cómo resulta posible
que en una sola noche sea capaz de atravesar el
Mediterráneo de
punta a punta, siendo un ave con un vuelo lento y pesado.
Se trata de una especie
polígama, conocida desde antiguo por su notable
capacidad sexual. El macho es capaz de cubrir a distintas hembras
consecutivamente y, éstas, a su vez, pueden ser fecundadas por más de un macho
en el curso de pocas horas.
El acoplamiento tiene lugar
precisamente a la llegada de las codornices a sus terrenos de nidificación; en
el caso de España, la estación de celo se sitúa entre los meses de abril y
junio, período durante el cual los machos libran furiosos combates para
controlar el plantel de hembras.
La nidificación se efectúa desde
la mitad del mes de mayo hasta finales de julio
La puesta de huevos se efectúa en
un hueco apenas tapizado con hierbas secas y situado en un campo de trigo o de
otros cereales; los
huevos son
redondeados, en un número que normalmente oscila entre los 6 y los 12, de color
marrón muy claro, con manchas oliváceas, en forma de corona en su extremo más
largo.
El proceso de incubación dura
aproximadamente 20 días, y a ella se dedica exclusivamente la hembra. Los
polluelos se muestran dispuesto a seguir a la madre y a picotear, apenas recién
nacidos. A los quince días, pueden revolotear y al mes vuelan ya como adultos.
La caza
La codorniz pasa la mayor parte
del día en el suelo buscando su alimento o revolcándose brevemente en el polvo
y, en consecuencia, es más bien raro que estas aves emprendan el vuelo, con la
excepción de aquellas situaciones en las que se sienten perseguidas, en período
de celo, o cuando llega el momento de emigrar.
Cuando es localizada por el perro
de muestra, intenta escapar de la zona de peligro corriendo rápidamente en
línea recta y volviendo atrás, de manera que finalmente traza una serie de
itinerarios complicados que, con notable frecuencia, terminan por confundir al
perro más experimentado, particularmente a los que cazan con el hocico al
viento.
Es solamente cuando el perro
consigue apuntarla sin huida posible que la codorniz decide alzar el vuelo,
elevándose poco o mucho, lenta o velozmente, según las necesidades del momento.
La caza clásica de la codorniz es
la que se lleva a cabo con la ayuda de los perros de muestra en los días de
media
veda, que suelen ser desde el mes de agosto hasta mediados de
septiembre.
Normalmente el cazador de
codornices madrugará, poniéndose en camino al amanecer. una vez iniciada la
caza y, durante algunas horas, las codornices se buscarán en los pastos, en los
campos bien secos, los cultivos de maíz, etc. y, solo más tarde, con el calor
de las horas ya avanzadas de la mañana, las codornices deberán ser buscadas
entre la
alfalfa y otros lugares más bien frescos.
Tan ariscas y escondidizas son
las codornices que difícilmente pueden
verse, salvo cuando los perros de caza las levantan en el verano, obligándolas
a volar raso una corta distancia. Su canto es muy sonoro y se oye a gran
distancia.
Su hábitat normal es el campo cultivado,
especialmente sembrados de trigo y cebada, vegas y pastizales, sobre todo que
haya humedad donde su reclamo puede oírse al amanecer y al atardecer.
Vídeo cazando la codorniz con pointer