La becada es un ave limícola y rechoncha, de menor tamaño que una
perdiz, y de hábitos forestales Es un ave migratoria de tamaño mediano (300-350
gr) de aspecto robusto y compacto que tiene dos características morfológicas
que llaman la atención: el largo pico de 60 a 80 mm, (y sus grandes ojos negros
situados en la parte superior de la cabeza, que le permiten tener un campo de
visión de 360º, pero que merman su capacidad de visión frontal. Las patas son
muy finas con dedos delgados y uñas también finas y cortas.
A pesar de su especialidad y escaso protagonismo cinegético, la especie
tiene mucha enjundia y ha calado siempre en cada comarca o territorio, pues se
la conoce en cada uno con un nombre propio. La becada se denomina también como
chocha perdiz, arcea,, cega, sorda, pitorra, picona y otros localismos
dependiendo de la comarca o comunidad autónoma donde se caza.
Presenta un plumaje mimético y críptico, jaspeado de marrones, grises,
blancos y negros, en el dorso que combina con tonos ocres finamente listados en
las partes inferiores, lo que le proporciona un perfecto camuflaje en su
entorno, con alas anchas y redondas . Este plumaje no permite diferenciación de
sexo por su diseño.
El hábitat propio de la becada está
compuesto por bosques mixtos que alternan sotobosque denso y los claros en
zonas colindantes con pastos o praderas, de ahí que sea considerada como la
única limícola forestal europea.
Para cazar becadas se necesitan perros
muy entrenados, mayores de cuatro años, pues en esta caza los perros
hacen el noventa por ciento de la faena. Para ir tras las becadas no hace falta
ser un atleta, pero sí poseer buenos perros.El que mejor se adapta a los lugares
donde se cobija la chocha es el setter inglés.
La becada aguanta poco la muestra
del perro, lo ideal es cazar con dos setteres serenos, resistentes, con pasión por
la caza, inasequibles al desaliento, sin miedo a los pinchos y con olfato a prueba
de escarcha y rocío helado. es un ave sumamente querenciosa que, si se la
espantó sin mucha algarabía, volverá al mismo sitio. Eso sí, acérquense con
tiento, ya que al estar inquieta se levantará a la primera de cambio o correrá
como si de una perdiz en el rastrojo se tratase para volverse a levantar fuera
de tiro Las becadas son sumamente
querenciosas. A igual climatología, siempre habrá una becada en el mismo
lugar. La abatiremos y a la semana siguiente habrá otra.
En los días de invierno las sordas están
acomodadas en sitios donde reciben los primeros rayos de sol, pero a buen
resguardo del viento para que no las muevan las plumas. Igualmente, estarán
bien resguardas para no levantar una nube olfativa que las ponga en evidencia
ante sus muchos depredadores.
Gastronomía
La becada es una de las aves más
cotizadas actualmente en la gastronomía, su carne roja se considera un
exquisito manjar.
La temporada de caza termina en febrero y comienza en octubre y su gran valor, además de por las cualidades gustativas, se da por la dificultad en la caza de la becada. Los grandes chefs aprecian mucho la becada.
La temporada de caza termina en febrero y comienza en octubre y su gran valor, además de por las cualidades gustativas, se da por la dificultad en la caza de la becada. Los grandes chefs aprecian mucho la becada.
La becada precisa de una buen asado o estofado
para ofrecer todo su sabor, además se aprovechan muy bien los menudos, que no
se retiran hasta que se cocina. De ellos
se hace un paté que regados con algún licor y untados en una tostada,
acompañan de forma ideal al guiso. Es habitual que te sirvan la becada con pan
frito.
Para el guiso de la becada hay que utilizar grasas, manteca o tocino, y es ideal utilizar especias aromáticas que recuerden al bosque húmedo, como el tomillo o el romero, procura en cada bocado trasladarte a su hábitat y al otoño.
Para el guiso de la becada hay que utilizar grasas, manteca o tocino, y es ideal utilizar especias aromáticas que recuerden al bosque húmedo, como el tomillo o el romero, procura en cada bocado trasladarte a su hábitat y al otoño.