Un
cazador ruso de 36 años, salió a cazar al bosque cercano al pueblo de Shokurov,
como todos los fines de semana. Como siempre, se colocó en su puesto a la
espera de que algún suido entrara al cebadero.
Aquel día la fortuna estaba de su lado, de
pronto vió como un descomunal jabalí aparecía por un claro. El primer disparo
hirió al animal pero no logró pararlo y se perdió entre la maleza. Dado el
tamaño del macareno Maximov no se atrevía a adentrarse sólo, por lo que
buscó la ayuda de un guarda para pistearlo.
Los dos hombres buscaron durante un largo
periodo de tiempo al jabalí, hasta que dieron con un rastro de sangre
sobre la nieve. Al final del rastro encontraron al animal todavía vivo,
por lo que Maximov disparó de nuevo, aunque esto sólo sirvió para que el
jabalí se levantara y cargara contra ambos hombres.
El afortunado cazador junto al descomunal jabalí de media tonelada. |
Tanto el cazador como el guarda tuvieron que buscar
refugio detrás de un árbol, desde donde Maximov realizó un tercer disparo, que
esta vez sí logró abatir al suido. Pero entonces se dieron cuenta de un nuevo
problema, el animal no cabía en la camioneta, y aunque entrase no podrían
meterlo entre los dos; así que decidieron bajarlo arrastrándolo atado al
vehículo.
Una vez hubieron llegado a Shokurov, tanto el
afortunado cazador como sus compañeros hicieron fotos al animal y lo subieron a
las redes. Posteriormente
lo pesaron y midieron, dando un peso de 535 kilos y una longitud de 1,7
metros.