viernes, 29 de septiembre de 2017
martes, 26 de septiembre de 2017
La tradición de la caza
Como en otros órdenes de la vida, las formas, en la
caza, tienen su porqué y su importancia. La permanencia de ciertas maneras a la
hora de cazar se llama tradición y el paso de los años la respeta y va
embelleciendo sus perfiles. Pero no todas las tradiciones merecen igual
respeto, pues algunas responden a la sacralización de algunos colectivos y
empieza a estar mal visto la caza, aunque la mayor en muchos casos puede ser
una plaga originando daños y accidentes pero aun así no está bien visto hoy en día
alegando quejas y otras soluciones, que si el maltrato animal, que si por diversión
otros lo arreglaban echando lobos como si los lobos no prefieren mucho mejor
una oveja que una cierva o jabalí.
En los
tiempos que corren, con tanta sequia y con la merma de la caza menor con
nuestra perdiz roja y nuestras liebres enfermando por el uso indiscriminado de productos
químicos en la agricultura, y con el conejo en horas bajas por la nueva cepa de
la vírica, se impone más que nunca la mesura y el sentido común a la hora de cazar.
Una manera de ayudar a una y a otro sería desvistiendo de modernidad nuestro
equipo, restándole, por ejemplo, la discutible eficacia del tercer tiro de las
semiautomáticas; también echaríamos una mano utilizando calibres más pequeños
que el doce, que al cerrar un poco más el tiro, exigen una mayor destreza al
cazador; o escatimando un poco los cartuchos, no disparando sobre piezas en el
límite o fuera de tiro, tal y como lo hacían nuestros abuelos cuando los
cartuchos eran un lujo a dosificar. En definitiva, cazando de una manera más
tradicional, más cabal y más honrada con el campo.
Seguir
ciertas tradiciones, ya digo, que merecen la pena es la mejor forma de ponerle
mesura a la excesiva eficacia con la que en ocasiones se viste la tecnología;
también es una manera elegante de conducirse en el monte y en la vida, de
mostrarle respeto al campo y de honrar la nostalgia de otros tiempos y el
recuerdo de aquellas personas de las que heredamos esta impagable pasión que es
la caza.
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