NORMAS
DE SEGURIDAD PARA CAZAR CON ARMAS
DE FUEGO
NO permanecer en lugares públicos con armas desenfundadas y
montadas, aunque estén descargadas..
TENGA guardadas las armas siempre sin cargar, en lugar seco y
seguro y engrasadas cuando no se utilicen.
RECUERDE que es obligatorio tener las armas rayadas en un armero
homologado.
LLEVE siempre el arma dirigida hacia el suelo o hacia el cielo,
nunca en dirección de compañeros o perros. En los puestos, no apuntar a nadie.
NO tenga el dedo cerca del gatillo, es preferible ir siempre con el
seguro puesto y desmontarlo únicamente a la hora de disparar.
SAQUE los cartuchos o balas antes de franquear cualquier obstáculo
(arroyos, cercas, alambradas, barreras de piedra).
NO apoye nunca la boca del cañón del arma en el suelo, ni permita
que se introduzca en él ningún objeto extraño. Compruebe su estado antes de
seguir cazando.
UTILICE siempre el cartucho y el perdigón adecuados para las
diferentes modalidades de caza y escopetas.
SI el arma cuenta con chokes cambiables, comprobar durante la
jornada de caza que no se han aflojado. Los internos, si están flojos, dejan un
pequeña ranura, suficiente para retener los perdigones.
EVITE dejar la munición al sol o bajo cualquier agente que pueda
producir un calentamiento excesivo, ya que una elevación de la presión puede
ser muy peligrosa.
CUANDO disparemos sobre una pieza de caza menor o mayor siempre
deberemos tenerla a la vista, con la suficiente visibilidad para que en el
trayecto no encontraremos personas, animales u obstáculos en los que podamos
impactar.
NUNCA dispare sobre matorrales por el simple hecho de que se mueva,
ni mucho menos al ruido. No olvide que detrás puede estar una persona (otro
cazador, rehaleros, batidor, guardas, paseantes,...) Ante la duda, no dispare.
Siempre es mejor prevenir. No se ciegue con la res tras la que pueden estar
perros o personas.
SI acude al remate de
alguna res herida o a un agarre, advierta de ello a los otros monteros de los
puestos contiguos y hágalo a cuchillo, no dispare ya que puede herir o matar
algún perro. Al oír el disparo los perros huirían asustados, dejando libre a su
presa y pudiendo provocar un accidente.
NO utilice el arma para mover
matas. Está pensada y realizada únicamente para disparar y no se apoye en la
escopeta o el rifle para levantarse o superar cualquier obstáculo.
EN LA CAZA EN MANO conozca la situación de sus compañeros. Precaución
con otras cuadrillas que se crucen con nosotros. Extreme la precaución en las
zonas de monte o vegetación espesa. Piense en su perro o en los de sus
compañeros a la hora de disparar. No lo haga si no está convencido de que los
disparos no los alcanzarán.
EN LOS PUESTOS FIJOS llegue a ellos con las armas enfundadas y salga
igual. No se mueva con el arma cargada entre los puestos ni salga a cobrar con
la escopeta en mano.
EN LOS OJEOS no olvide colocar las pantallas laterales. No dispare en
dirección a los otros puestos o hacia los ojeadores cuando ya estén a una
distancia que se les puede alcanzar. Y no salir con las escopetas cargadas o
disparar una vez dada la señal de fin del ojeo. Lleve al puesto las armas
enfundadas y al acabar, también.
EN LOS PUESTOS DE CAZA MAYOR marque su posición con respecto a los
otros cazadores. Trace una línea imaginaria y no dispare en dirección a los
otros puestos. Marque su zona de tiro e incluso se redúzcala si hay posibilidad
de rebotes.
NO se fíe de las distancias, ya
que los plomos de los cartuchos, y sobre todo las balas, pueden llegar a
distancias que no pensamos. Por ejemplo, el alcance de los rifles es muy
grande, pudiendo llegar las balas a varios kilómetros.
NO dispare jamás hacia los visos, los cambios de rasantes y por encima
de otros cazadores. Al finalizar la jornada mire que no deja ningún cartucho o
bala en el arma.
SI bebe o toma sustancias que puedan provocar euforia o pérdida de sus
condiciones normales, no salga de caza.