·
La
caza supone el aprovechamiento de un recurso natural renovable. El
cazador debe tener presentes sus deberes ante la naturaleza, ante las personas
y sus bienes.
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Debemos
transmitir la riqueza natural a las generaciones futuras;
por ello, el cazador tiene que respetar no sólo la legislación de caza, sino
también las leyes del equilibrio ecológico. Dejar el monte en condiciones
óptimas es responsabilidad de todos los que hacen un aprovechamiento del mismo.
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No
conviertas la práctica de la caza en una cuestión cuantitativa.
El mejor cazador no es el que caza un mayor número de piezas.
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Evita sufrimientos inútiles a la fauna cinegética. No dispares sobre especies
cuya caza no esté autorizada; es indigno de un cazador.
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No
está de más adquirir conocimientos sobre las especies de
la región, su problemática específica y su hábitat.
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Responsabilízate
de tus actos y sigue de forma estricta las medidas de seguridad.
Si no estás cazando, descarga tu arma, desmóntala y déjala fuera del alcance de
los demás.
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Si
observas algún incendio o anomalía en el monte , no dudes en llamar al SOS
112.
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Conciénciate
de tu responsabilidad hacia un patrimonio natural común.
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