Los perros
de caza aunque parezcan más duros necesitan sus cuidados como cualquier perro
de compañía y los debemos cuidar bien para que luego en el campo den todo de
sí, para darnos un día agradable de caza.
Lo
principal es que el dueño establezca una norma general con respecto a las
costumbres diarias, como las comidas, ejercicio, limpieza de la perrera, etc.
porque aunque toleran muy bien las alteraciones de la rutina, si éstas son
excesivas, vivirá en un estado de tensión permanente.
Hay
que establecer un calendario de desparasitaciones y vacunas en cuanto a
los parásitos, tanto internos ( tenias) como externos (pulgas, garrapatas,
insectos y ácaros), éstos deben ser controlados. Para eso tenemos en el mercado
collares ,pipetas o lociones etc.
La desparasitación, al igual que sucede con las vacunas, dependiendo de los antiparasitarios que se usen y las circunstancias del cachorro, se deberá iniciar entre los 15 días y los 3 meses. De igual forma, en cualquier caso en que el dueño vea señales de lombrices (sobre todo en las heces), éste deberá llevar a cabo extremas medidas de higiene, como: recoger siempre las deposiciones del perro para evitar contagios a otros animales, lavarse las manos después de un contacto prolongado con el animal, y evitar su saliva.
Para el caso de los parásitos externos, hay que usar
collares antiparásitos, y usar después algún spray insecticida; siendo los
parásitos más habituales las pulgas y garrapatas. En la actualidad, las
enfermedades que se previenen al vacunarlo de manera rutinaria son: Moquillo,
Hepatitis infecciosa, Parvovirosis, Tos de las perreras y Rabia.
Importante:
debe comer siempre a la misma hora y en el mismo lugar todos los días, y
siempre deberá tener agua fresca para beber, evitar que se acumule algas o
suciedad. El alimento dado al animal debe permanecer en el comedero, si no es
pienso, como mucho, un día para que sea fresco y esté en buenas condiciones.
Todos sabemos que a los perros les encantan los huesos, y
es que éstos son buenos para sus dientes y encías. Vale aclarar que sólo hay
que darles huesos grandes con tuétano, los de pollo u otros pequeños y afilados
son peligrosos.
A tener en
cuenta además que los dulces son malos para él, por lo tanto evitar darle
golosinas. Hay alimentos que están prohibidos: vísceras y pescado crudo, siempre debe estar cocidos.