El lunes día
3 de Noviembre fue la onomástica San Huberto. Los cazadores europeos celebran
la festividad de su patrón San Huberto. La leyenda más conocida del santo
patrón de los cazadores, un noble muy rico y gran aficionados a la caza,
recuerda que un Viernes Santo se encontraba cazando, al perseguir a un
hermoso venado éste se volvió y dejó ver un crucifijo entre la cornamenta ,
resaltado por luminosos rayos, según relata la pía leyenda. Seguidamente, oyó
que decía: "Huberto, si no vuelves al Señor y llevas una vida santa,
irás al infierno". Al oírlo, Huberto bajó del caballo, se postró y
dijo: "Señor, ¿qué quieres que haga?. La respuesta fue: "Ve
y busca a Lamberto , que te dirá lo que tienes que hacer"..
La historia apunta a que al patrón de los cazadores,
matemáticos, ópticos y metalúrgicos, y al que se le invoca también como
protector contra la enfermedad de la rabia, desistió de su actitud inicial,
retirándose de la caza, para dedicar el resto de su vida a la ayuda
hacia los más necesitados.
San Huberto fue el hijo mayor de Bertrán
(Bertrando), Duque de Aquitania, y de Hugbern o Afre, que era hermana de
Santa Oda. nació en las Ardenas belgas, en torno al año 657 y murió el 30 de
mayo de 727, en Tervuren, Bélgica, llegando a ser obispo de la ciudad
actual de Maastricht desde el año 705.
El obispo Huberto destacó por su sencillez y
austeridad, por intensidad de sus oraciones y ayunos y su famosa elocuencia.
Evangelizó el área de la Ardenas. El nombre y la protección de San Huberto se
tomó por algunas órdenes Militares en el siglo XV. Felipe IV rey cazador,
tenía a San Huberto como protector y hoy se le venera en toda Europa.