jueves, 30 de octubre de 2014

Alba del Campo, Coto de caza menor “AL Natural”

      Hoy en día en la mayoría de los cotos de Aragón la caza mayor va en aumento y la menor cada año hay menos. Por una parte está la madre naturaleza con la climatología que marca los años buenos y malos. Cuando hay escasez de lluvias, temperaturas muy altas en definitiva años secos influye en la flora y la fauna del campo de forma negativa.
    Pero las especies cinegéticas de la caza mayor son mucho más fuertes y se mueven mas para superar estos problemas de falta de comida y agua en el campo, adaptándose mejor a las nuevas circunstancias, además de que no tiene depredadores y no les atacan las enfermedades contagiosas.
     En el caso de la caza menor le afecta de lleno si un año es bueno o malo. Es innegable que estamos asistiendo a un cambio climático que cada vez promete con ser más agresivo y que no tiene vuelta atrás, mucho haríamos con que ralenticemos su ritmo con una menor contaminación de la atmósfera.
     Frente a las adversidades del tiempo y del medio si algo queremos conservar o ralentizar su desaparición tendrá que ayudar con la mano del hombre para minimizar estos efectos negativos que acechan a nuestros cotos de caza menor y no dejarlos sin ningún tipo de ayuda. 
 Así como el agricultor ayuda a sus cultivos con riegos, abonos o sulfatos o el ganadero ayuda a sus reses con pastos sembrados, piensos y forrajes o aprovisionamiento de puntos de agua para beber el ganado. Los cazadores debemos ayudar a que la caza menor no desaparezca porque hoy en día necesita de nuestra ayuda y no dejarla al natural y lo que sea será, o decir el año lo hace todo, pero cuantos años buenos vienen, donde escasea el agua   poca vida puede haber cerca.
     No combatir los malos años climáticos, excesivos número de cazadores, y mayor tiempo libre para salir a cazar o muchos días de caza son malos aliados para unas especies que llevan años reduciendo su población.
     En Alba había una junta de cazadores que durante siete años a partir del 2003 se encargó de poner bebederos para las perdices, mantener sus instalaciones incluidas las repetidas roturas de boyas por algún desaprensivo y llenarlos de agua en tiempos de sequía, se repoblaba todos los años unos 50 conejos vacunados contra la mixo y la vírica, hacer majanos, desinfección de cados antiguos, control de alimañas (urraca y zorra) y reponer o reparar estaquillas del coto.

    Todas estas medidas son algo que en la mayoría de los cotos se hacen todos los años para intentar mantener lo poco que nos queda  de la caza menor y no dejarlo al desamparo total. En los tiempos ya lejanos que la climatología acompañaba no hacia falta ninguna de estas medidas porque había agua y comida en todas las partes, abundando la caza en todas sus especies, pero aquello se acabó y desgraciadamente no volverá a ser así.

Entrada de Alba del Campo

       Hace 3 años se hizo cargo el Ayuntamiento del coto de Alba y desde entonces todas estas actuaciones se han dejado de hacer hasta el punto que este verano en concreto ha sido un año muy seco y en todo el término de Alba solo había un punto de agua para las perdices “Las fuentecillas” y los bebederos colocados años atrás todos secos con las boyas rotas.
      La perdiz lleva varios años en decadencia desapareciendo cada año varios bandos y este año han desaparecido en más cantidad por que no han criado bien las pocas que había, lo mismo ha pasado con el conejo que a finales de septiembre les entra la enfermedad y para la desveda se ven pocos, así que solo nos queda la liebre que como es normal cada vez sufre más acoso y como consecuencia la población va reduciendo.
     Hay que recordar que la Ley de Caza de Aragón dice que los Ayuntamientos o Entidad local están obligados revertir en el coto el 75% de los ingresos de los cazadores cuando es coto municipal o coto deportivo y Alba consta en el registro como coto municipal con lo cual los carteles de coto deportivo y de coto privado no corresponden y deberían ser sustituidos.

 

LEY 5/2002, de 4 de abril, de Caza de Aragón.


Artículo 24.-De los cotos municipales de caza.

1. Son cotos municipales los promovidos por las entidades locales en terrenos sobre los que ostenten la titularidad de los derechos cinegéticos.
2. Para su constitución, la entidad local deberá acreditar la titularidad de los derechos cinegéticos de los terrenos que pretende acotar.
3. La gestión de los cotos municipales de caza corresponderá a la entidad local promotora, que la podrá ejercitar bien directamente o mediante cesión a sociedades de cazadores deportivas locales conforme a la legislación vigente en materia de régimen local.
4. En el supuesto de que se formalice cualquier tipo de transmisión o cesión de la gestión, el titular de la explotación deberá notificarla fehacientemente al servicio provincial correspondiente.
5. Los cotos municipales de caza deben tener una superficie mínima de quinientas o de mil hectáreas, según se trate de cotos de caza menor o de caza mayor, respectivamente.
6. El aprovechamiento de los cotos municipales de caza se realizará garantizando unos cupos de permisos, que se establecerán reglamentariamente, a favor de:
a) Los propietarios o titulares de aprovechamientos cinegéticos que hayan cedido sus derechos a la entidad local promotora, y así lo soliciten.
b) Los cazadores locales.
7. Las entidades locales podrán destinar hasta un máximo del 25 por 100 de los ingresos obtenidos de la gestión cinegética del coto para la financiación de actuaciones de interés general que le son propias, debiendo revertir en el acotado, al menos, el 75 por 100 de dichos ingresos.
8. La entidad local titular del acotado deberá presentar anualmente, con anterioridad al comienzo de la temporada cinegética, y como presupuesto necesario para el aprovechamiento de la explotación durante la temporada, una memoria económica de gestión del coto en la que figure expresamente el destino de los ingresos obtenidos por la explotación durante la temporada anterior.


lunes, 27 de octubre de 2014

Ojeo de perdiz para señoritos


Mueren dos jóvenes en dos accidentes de caza en Galicia

         Ayer domingo se produjeron 2 accidentes de caza en 2 puntos distintos de Galicia 
     Un joven de 24 años de edad ha fallecido este domingo de un disparo en el pecho en el transcurso de una batida de jabalíes que tuvo lugar en la localidad pontevedresa de Vila de Cruces.
     Según han confirmado fuentes del 112 y de Protección Civil de la localidad, el siniestro tuvo lugar sobre las 16.30 horas, cuando un particular alertó de que el joven había resultado herido por un accidente de caza.
     Fueron movilizados la Guardia Civil, Protección Civil y el 061, que llegó a solicitar el desplazamiento del helicóptero. Sin embargo, este equipo volvió a base al notificarse que el hombre había fallecido.
     Dado que la zona es de difícil acceso, también se llamó a efectivos de Bomberos  que se desplazaron hasta el lugar.
Finalmente, ha sido necesario un vehículo todoterreno de Protección Civil, el “único tipo” de transporte que podía llegar hasta el lugar, para poder trasladar el cuerpo del joven, natural de la localidad de Silleda. La autopsia será practicada en el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago.
     Según las mismas fuentes consultadas, todavía no se conoce cómo ocurrió el suceso, ni cómo le alcanzó la bala, lo cual ahora tendrá que ser investigado.


        El segundo accidente causó la muerte a un joven de 21 años en el municipio lugués de Vilalba, cuando dentro de un grupo de cazadores, en un desplazamiento, cayó y se le disparó mortalmente su propia arma.