Pese a las medidas implementadas en los últimos
años, la plaga de conejos sigue ganando terreno año tras año a
unos cazadores y agricultores aragoneses cada vez más frustrados.
Hace ya diez años el Gobierno de Aragón amplió por primera vez el periodo de veda de esta especie en 63 términos municipales para tratar de luchar contra la superpoblación del conejo a través de la caza. La medida, sin embargo, no ha arrojado los resultados esperados y a día de hoy hay casi un 70% más de términos municipales afectados en la región.
El Plan General de Caza aprobado para la temporada 2016-2017 identifica ahora 107 municipios aragoneses como afectados por la superpoblación de conejo: 38 en la provincia de Huesca, siete en la de Teruel y 62 en laZaragoza. Vistos los limitados resultados obtenidos en esta década, el plan de caza de este año incluye además otra tanda de medidas extraordinarias para ayudar a su control.
Hace ya diez años el Gobierno de Aragón amplió por primera vez el periodo de veda de esta especie en 63 términos municipales para tratar de luchar contra la superpoblación del conejo a través de la caza. La medida, sin embargo, no ha arrojado los resultados esperados y a día de hoy hay casi un 70% más de términos municipales afectados en la región.
El Plan General de Caza aprobado para la temporada 2016-2017 identifica ahora 107 municipios aragoneses como afectados por la superpoblación de conejo: 38 en la provincia de Huesca, siete en la de Teruel y 62 en laZaragoza. Vistos los limitados resultados obtenidos en esta década, el plan de caza de este año incluye además otra tanda de medidas extraordinarias para ayudar a su control.
Hay tres factores que podrían ayudar a explicar la
continua expansión de los conejos. Para empezar una climatología cada vez
más benévola que les permite alargar sus ciclos reproductivos. Además, la
falta de un control más riguroso de la especie en vías de comunicación como
autopistas, autovías y vías de tren y el progresivo abandono de zonas de
monte también han jugado a favor de la expansión de los conejos.
Los agricultores de estas zonas denuncian que los conejos y sus madrigueras causan daños en los cultivos herbáceos y leñosos, además de en las infraestructuras de riego. Las madrigueras hacen que se rompan las acequias y que pierdan agua. Además, tienden a roer los tubos de goteo para beber el agua de dentro y causan desperfectos
Los agricultores no son los únicos damnificados. La Ley de Caza responsabiliza a los cazadores de los daños que producen los conejos en los campos próximos a los cotos de caza. En Magallón la relación entre agricultores y cazadores es estrecha y no ha habido problemas pero en algunas zonas los cotos llegan a plantearse el cierre para evitar afrontar indemnizaciones. Los 65 socios del coto de Magallón dieron caza este año a 6.000 conejos, una cifra que casi duplica a la del año anterior. Aún así, no logran reducir la población.
Las medidas extraordinarias incluidas en el nuevo Plan General de Caza para incrementar la presión venatoria sobre el conejo suponen permitir durante todo el año la caza nocturna del conejo y la caza en madriguera con ayuda de hurones, redes y escopetas en todos los términos municipales afectados por la superpoblación
El Plan de este año también simplifica los trámites
administrativos necesarios para dar caza al conejo y amplía el periodo de
caza ordinaria de la especie desde el segundo domingo de agosto hasta el primer
día de abril.