Hace años
empezaron a regalarse como mascota, un pequeño cerdo vietnamita, estos animales en estado adulto pueden llegar
a pesar entre 50 y 100 kilos. Durante un tiempo, la mascota tenía gracia y la
gente mostraba orgullosa los cerditos con apenas seis kilos de peso. Pero
después comenzaron a producirse
abandonos y las llamadas a las protectoras de animales para deshacerse de estos
animales se hicieron cada vez más comunes.
De la misma
forma que ya ha ocurrido con otras especies, como el mapache o la cotorra
argentina, los abandonos irresponsables de las que fueron mascotas han acabado
por tener consecuencias. Además, los investigadores creen que ya podrían haberse producido
cruzamientos de esta especie asiática con jabalíes que habitan en los
montes españoles porque algunos
de los jabalíes abatidos tenían características morfológicas intermedias entre el
cerdo vietnamita y el jabalí.
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Posibles híbridos de cerdo
vietnamita y jabalí cazados en Palencia. Se aprecian las diferencias con el
jabalí que está a la derecha.
A parte de la amenaza para la conservación genética
del jabalí europeo, estos animales en libertad pueden causar daños en el campo
y agravar los que ya causan los propios jabalíes, como daños a los cultivos,
accidentes de tráfico o depredación sobre nidos de perdiz.
Desde que se
produjo la primera noticia del avistamiento de un cerdo vietnamita en libertad
en el año 2007, los casos se han ido extendiendo en número, y también
geográficamente con casos encontrados afecta a todo el territorio español cerca
de aquí en Guadalajara se han avistado algunos.
Estos cerdos asiáticos, una raza de otro
continente, se han adaptado
perfectamente a nuestros montes. Incluso han hecho tan buenas migas con
los jabalíes que se han reproducido con ellos dando lugar a extraños híbridos.
Mirandolo
bien es una catástrofe ecológica. Su presencia pone en peligro la pureza genética de nuestros
jabalíes autóctonos. Sin miedo al ser humano aumenta el peligro de
que produzcan daños en la
agricultura o también provocarán accidentes de tráfico. Y todo por no tener un poco de
cabeza sus dueños.
Mapaches,
serpientes, galápagos, cotorras,… Nos estamos cargando la naturaleza a golpe de
liberaciones descabelladas. Cuando lo fácil sería acudir a una
protectora de animales y dar hogar a alguno de tantos perros y gatos abandonados,
dejando a cerdos vietnamitas y otras mascotas en sus paises de origen.
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