La baronía de Escriche está situada en el lugar donde en otra época se asentaba una villa, incorporándose en los años setenta al municipio de Corbalán en la provincia de Teruel
El lugar era un pequeño pueblo propiedad del Barón de Escriche, comprende un
total de catorce masadas con una extensión de unas 5.000 hectáreas donde hay
mucha vegetación de arbolado y monte bajo compuesta principalmente por sabinas,
carrascas y pinar alternando con campos de cultivo y algunas praderas.
La
más destacada de estas masías es la Casa Grande donde se ejercía la
capitalidad de la villa y donde se halla el palacio del Barón de Escriche. El
edificio data del siglo XVI estuvo habitado hasta los años 80 por los masoveros
que cuidaban del ganado que allí se guardaba. Antes de entrar en decadencia el
complejo tuvo momentos de esplendor y así en sus instalaciones llegaron a vivir
más de 50 personas.
Actualmente después de una intervención de la Diputación Provincial para
realizar una rehabilitación y transformación del edificio, gastar mucho dinero
y dejar la obra inacabada ha perdido todo su encanto quedando una buena
pincelada de la época del despilfarro y de la mala politica.
Este domingo día 1 de Noviembre tuve una invitación de unos amigos para
asistir a una montería de caza mayor en la partida del Carrascal y Bielsa con
una superficie de unas 600 Hectáreas donde habitan los jabalíes, cabras
montesas y corzos. La mañana arrancaba con aire frío y cielo nublado, aunque
hay que destacar que nos encontrábamos a una altitud de unos 1400 metros lo que
lo hacía más compresible. La batida estaba formada por ocho puestos y dos
rehalas una doble de los “Hermanos Martín” de Manzanera con 32 perros y la otra
de los” Hermanos Chivis” de Montalbán con 16 perros.
En
toda esta zona existen barrancos muy profundos y escarpados ideales para el
refugio de los jabalíes donde nadie los molesta ni se le ocurriría ir a buscar
rebollones o simplemente de paseo, cuando el gancho transcurría por su
meridiano los perros agarraban un borregote y poco más tarde se escuchó una
gran ladra en lo profundo del barranco, algo fuerte estaba sucediendo, los
grandes perros ibicencos y alanos de la rehala Hermanos Martín mordían y
sujetaban un gran macareno de cerca 100 kilos y una impresionante boca y que
pronto se lanzó a rematar cuchillo Juan Carlos saliendo en defensa de sus perros,
evitando que estos no fuesen heridos.
Poco más tarde empezaron a entrar gorrinos a los puestos donde tuve la suerte
que me entraran dos y abatirlos, otra gorrina para Luis que también la alcanzo,
más abajo de mi estaba Antonio de Palomar que mato otro buen Jabalí con una
buena boca y un peso de 97 kilos.
Merendero de la ermita de Santa Quiteria |
La
mañana termino con buena armonía y un buen asado que nos preparó Nito, en el
merendero de la ermita de Santa Quiteria en el término de Cedrillas
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