El Gobierno de Aragón
activará en los próximos días el protocolo de actuación ante la entrada en la
provincia de la epidemia de
sarna sarcóptica que afecta a la cabra hispánica. Así se ha puesto de manifiesto en la
reunión mantenida este miércoles en Valderrobres entre todos los agentes
afectados del territorio tras la aparición de tres cabras infectadas en
los Puertos de Beceite. Las medidas pasarán por repartir precintos
(permisos) sanitarios para abatir ejemplares sospechosos de portar la
enfermedad. Se realizarán análisis tras enviar una muestra de piel y de sangre
del animal a los servicios de DGA, además de mantener y prorrogar el número de
cupos a abatir existentes. Los representantes de la DGA han
hecho hincapié, ante los cazadores, en «priorizar», en las cazas
ordinarias, a los machos sobre las hembras, debido a que son los primeros
los que más dispersan la enfermedad.
Se
habló, asimismo, de dejar la puerta abierta a ampliar el cupo y a prorrogar
la temporada de caza indefinidamente, si así se requiere. Todo ello dependerá
de la evolución de la enfermedad y de una nueva reunión a la que se
comprometieron a principios del mes de febrero.
Desde
la DGA se afirma que se hará un seguimiento «exhaustivo» de las
distintas poblaciones de cabras y que, incluso, se recurriría a drones
para observar tanto a poblaciones en las que la enfermedad pueda tener una
mayor incidencia como a otras que la resistan.
Sin embargo, se desaconseja el uso de pienso y sal
medicalizados por el riesgo que, según explicaron, conlleva para otras especies
como el jabalí, cuya ingesta imposibilita el consumo humano. No obstante, han
aceptado que cada coto pudiese aprobar la distribución de medicamentos.
Durante la ponencia se aportaron distintos datos de
interés. Se ha recalcado que la epidemia no
se transmite a humanos, a excepción de a personas inmunodeprimidas. En el caso
del ganado, añadieron que el contagio es «difícil», pero, en caso de
producirse, fácilmente tratable. «Vamos a estar todos implicados al máximo,
desde el cazador a los agentes y la administración», ha manifestado Ángel
Berzosa.
Por su parte, los cazadores se han
mostrado «satisfechos» por la rápida respuesta del Ejecutivo autonómico,
aunque manifestaron dudas. Pese a que los ponentes han expuesto que se
repartirán precintos sanitarios para utilizar en caso de sospecha, los
cazadores han expresado incertidumbre a la hora de poder tener algún tipo
de malentendido con las Fuerzas de Seguridad del Estado. «Nos preocupa que
podamos matar alguna cabra enferma antes de proporcionarnos el precinto y se
nos inicie un expediente de sanción», ha manifestado uno de los cazadores
asistentes.
La enfermedad puede llegar a ser muy virulenta, ya
que en otros territorios del país su incidencia ha llegado a acabar con hasta
el 90% de los ejemplares existentes de cabra hispánica.
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