La perdiz silvestre fuera de los cotos intensivos necesita ayuda con urgencia, pues la situación de continua merma de bandos y unidades no cesa, muchos son los peligros que le acechan: pertinaz sequía, alimañas, herbicidas, abonos, etc. la situación es muy grave y es ya irreversible.
Que la perdiz necesita amparo es una
evidencia que no requiere más explicaciones. La situación de la perdiz roja
esta temporada en algunos puntos de España y mismo en Aragón va en caída libre,
porque en una zona que vemos cinco polladas con cuatro perdices, hace 25 años
veíamos diez veces más en el mismo sitio,
cuando un bando se empalmaba con el siguiente en cualquier ladera. Hoy en día
es difícil encontrarlas, realizando siempre un cupo escaso de capturas.
No están teniendo suerte las perdices. Si
antes tenían pocos enemigos tanto de dos como de cuatro patas, este año parecía
que habían criado bien, resulta que la pertinaz sequía que estamos padeciendo
está haciendo estragos en sus poblaciones. Un desastre, pura tristeza, y es que
en bandos donde se veían 7-8 se han quedado en 2-3 de momento, porque de
continuar así no va a quedar ni una. Y lo peor es que no se prevén lluvias en
breve. ¿Qué hacer? Nadie mejor que los titulares de los acotados para valorar
las medidas a adoptar en su territorio. Entiendo que en general deberían los
mismos cazadores postergar la apertura en su acotado hasta el día que entiendan
oportuno, llevando agua durante varios meses, haciendo control de predadores y
rezando a San Huberto, cada año la perdiz declina.
Este
año que ya estamos en estas fechas en época de siembra los agricultores están
desconcertados, no saben si echar abono de fondo, si sembrar o si les espera
otro año desastroso que seria el quinto de malas cosechas y no vamos a decir
nada de las fuentes o puntos de agua que están secas al 80 por ciento,
esperando que haya niebla o rocío para que pueda beber agua la perdiz.
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