Los animales salvajes provocan al año 14.000 accidentes de tráfico,
y los más habituales son con jabalíes. Una piara de jabalíes corre junto
a la carretera, al cruzar la vía provocan un accidente. La solución
puede estar en una botella que en su interior hay orín de lobo procedente
de Alaska un perfecto repelente contra jabalíes. En las carreteras de Cantabria
han colocado ya 3.000 botellas. Pretenden reducir los accidentes de tráfico en
un 75 por ciento. Otras comunidades como el País Vasco hace años que las colocan
y han notado el miedo de los jabalíes al lobo. La gran mayoría de los
accidentes con animales sueltos se da en carreteras comarcales, estos
accidentes causaron el año pasado 600 heridos
Botella con repelente colocada en guardarrail |
Para evitar los accidentes de tráfico y los daños a la agricultura producidos por animales se han empleado varias estrategias: vallado de las carreteras, señales de advertencia, reflectantes, repelentes acústicos. Todos ellos, o bien son caros o de eficacia dudosa.
Se atribuye la falta de efectividad
de los repelentes para alterar el comportamiento de los corzos y ciervos, a que
estos se habitúan rápidamente a los estímulos olfativos y pierden
sensibilidad a los olores de los depredadores.
Estudios que se han realizado sugieren
que los productos químicos repelentes tienen una eficacia discutible como
medida para reducir el riesgo de colisión de los vehículos con los cérvidos, pero
a pesar de lo dicho en este trabajo
existen multitud de repelentes comercializados compuestos de orina de zorro,
coyote, lobo, sangre, cítricos, huevos...
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