La Unión General de Ganaderos y Agricultores de Aragón
(Uaga) ha pedido, ante la alarma generalizada generada por los daños en
cultivos causados por diferentes especies de fauna, medidas que minimicen estas
afecciones.
En la provincia de Teruel, la organización agraria
asegura que son notables los daños producidos por jabalíes y ciervos en las
comarcas de Albarracín y Maestrazgo, así como por la cabra montesa en Cuencas
Mineras, Comunidad de Teruel y el Jiloca, también afectada por jabalíes y
grullas.
Uaga apunta en una nota de prensa que los daños
provocados por conejos, grullas, jabalíes, corzos, ciervos o cabras montesas en
los sembrados de cereal y en las praderas obligan a los agricultores a
resembrar, con los gastos y el esfuerzo que conlleva.
Estas especies, agregaron, también han provocado
graves pérdidas en las cosechas de maíz, pero lo peor son las erosiones
causadas por conejos que raden las ramas de los árboles y las cepas de
frutales, olivos, almendros y viñas, ejemplares que mueren porque la savia no
circula por ellos.
Según dicen desde UAGA, en Aragón hay más de un
centenar de pueblos en los que los conejos son una plaga; en Albarracín y
Maestrazgo los jabalíes y los ciervos devoran el cereal sembrado y la cosecha
de maíz; y la cabra montesa, "cada día más numerosa porque se caza poco en
relación con lo rápido que se reproduce -indicaron-", está provocando
daños en Cuencas Mineras, Comunidad de Teruel y en el Jiloca, zona en la que
las grullas y los jabalíes también reducen la cosecha de cereal.
En las comarcas del Pirineo son los jabalíes los que
destrozan sembrados de cereal y praderas y en Cinco Villas el paso de grullas y
su reposo en zonas dónde ha habido arroz hace que se alimenten de los sembrados
de cereal en parcelas colindantes.
La suscripción de seguros causa un coste adicional
para los agricultores, y para Uaga éstos deberían suscribirlos los cotos de
caza y asociaciones de cazadores e indemnizar a los afectados.
Uaga consideró que "es imprescindible que los
cazadores se responsabilicen claramente, de una vez por todas, de los daños
producidos por las especies cinegéticas, y las administraciones de los daños
producidos en las áreas de influencia de infraestructuras y zonas protegidas
donde no se puede hacer control cinegético".
Añadieron que solo los agricultores afectados por
ciervos en la reserva de caza de Montes Universales, y los afectados por
grullas en la laguna de Gallocanta disponen de ayudas agroambientales y que
además éstos todavía no han percibido la correspondiente a 2016.
Una de las que propone es autorizar el aumento de los
cupos que se pueden cazar de algunas especies, el aumento de los días
permitidos para cazar, el aumento de batidas o resaques y autorizaciones
extraordinarias.
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