Diarios y fotos de caza inéditos hasta la
fecha están al alcance de cualquiera que los quiera ver gracias a la Fundación Miguel
Delibes, que ha digitalizado todo el archivo
personal del cazador que escribía y lo ha colgado en Internet.
El archivo personal de Miguel Delibes ya
es público, gracias a la ingente labor de la fundación que lleva su
nombre, que ha digitalizado, uno por uno, todos los documentos del genial
escritor. Este testimonio manuscrito y fotográfico nos permite incluso
acceder a sus diarios de caza y pesca donde detallaba siempre las
características del lugar y el número de piezas que conseguía. Dejaba
constancia, en los documentos que podemos encontrar en el archivo documental,
de cuánto tiempo había estado en cada sitio. Gracias a este maravilloso tesoro,
podemos leer con nuestros propios ojos las libretas en las que anotaba las
capturas que hacía en sus cacerías desde la lejana década de 1940.
No solo contabilizaba las piezas que el
mismo lograba, también dejaba por escrito qué número de piezas habían logrado
cobrar sus acompañantes, que en muchas ocasiones solían ser los mismos,
pero en diferentes cotos de caza, a los que acudían con asiduidad. Por supuesto
reflejaba las condiciones climáticas con frases como: “Sol, buen día y fresco”.
De esta forma podemos reproducir en nuestra mente las jornadas de caza que
vivía Miguel Delibes con todo el contexto necesario, aportado por el
propio autor, para evocar en nuestra mente el día al completo. Pero esto es
algo que ya debes saber si has leído Diario de un cazador.
También podemos verle en fotografías en
esas jornadas de caza o de pesca y observar quiénes le acompañaban. A través de
estas cartas podemos viajar hasta las carnes de Delibes y observar cómo
era su vida, incluso qué juicios tuvo.
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