Año
tras año, al llegar la temporada de caza se repite constantemente los
accidentes de caza y en algunos casos la pérdida de vidas humanas. Unos
son con armas de caza menor por disparos de perdigones del compañero o de uno
mismo y otros mucho más serios por disparos de rifles o balas que se pierden o
llegan al puesto de al lado.
Sería
interesante que nos hiciéramos algunas preguntas:
¿Cómo se puede
confundir a un ser humano con un animal?
¿Por qué disparamos
antes de estar seguros de lo que hemos visto?
¿Descargamos bien las armas o les ponemos el seguro en
situaciones de peligro?
Perdigonada de escopeta |
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