Un brote de sarna detectado en diferentes
municipios de Cataluña. Los Agentes Rurales controlan y estudian el alcance de
la epidemia, que actualmente localizan en las poblaciones de Horta, Prat de
Compte y Arnes. La administración catalana, cazadores y sectores afectados han iniciado
reuniones para abordar el problema, que a finales del 80 redujo hasta un 3% la
población de cabras en la sierra de Cazorla. Por el momento, la Generalitat ya
ha dado permiso a los cazadores para que abatir a los ejemplares sospechosos de
estar contagiados.
La variante más infecciosa y mortífera de esta enfermedad parasitaria podría poner en peligro no sólo la población de la Reserva Nacional de Caza y cotos privados limítrofes, más de 5.100 ejemplares en 52.000 hectáreas según el censo del 2011, sino también los diversos millares de ejemplares del perímetro exterior, especies cinegéticas y rebaños domésticos.
Cabra muerta por la sarna |
La expansión de la enfermedad entre las cabras de la zona podría tener consecuencias ambientales y sanitarias nefastas en el espacio. Es un trofeo apreciado por los ayuntamientos que sacan un beneficio que reporta considerables ingresos a pequeños consistorios, también podría acabar afectando a otras especies cinegéticas y no cinegéticas además de animales de compañía y las ganaderías domésticas.
El año 1987, un brote de esta misma sarna eliminó, en sólo cuatro años, el 97% de la población de cabra montesa de los parques naturales de las sierras de Cazorla, Segura y las Villas, en Andalucía. En paralelo, la Generalitat podría acabar ordenando un sacrificio masivo de los animales enfermos para detener el contagio, retirando las pieles y las cabezas.
La enfermedad es una infección parasitaria que afecta a los mamíferos y está provocada por el ácaro Sarcoptes Scabiei. Afecta, principalmente a la piel de los animales, deshidratándola y formando escamas y cortezas considerables. Con el tiempo acaba provocando su caída y el animal acaba muriendo. Es extremadamente contagiosa: sólo es necesario un mínimo contacto con la piel de un animal infectado o que compartan algunos de los lechos para dormir. Sólo los animales extraordinariamente sanos y genéticamente mejor dotados tienen posibilidades de superarla.
Permiso para abatir a las cabras contagiadas
El Departamento de Agricultura de la Generalitat ha dado este martes permiso a los cazadores para empezar a abatir a los ejemplares de cabra montesa sospechosos de haber contraído la sarna, que podrían situarse en torno a una docena.
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