El alza de la población de jabalíes
en los últimos años con el consiguiente aumento de las piezas cobradas, la
dignificación del ejercicio de la caza a través de la recogida de los
ejemplares abatidos y el aprovechamiento de una oportunidad de negocio son los
aspectos que han llevado a la creación de Pirenaica de Carnes de Caza, cuyas
instalaciones se encuentran ubicadas en el Polígono SEPES de Huesca.
El hecho de que haya aumentado la población de
jabalíes, hace que muchos de ellos queden semiabandonados en el monte, cuando
no del todo, ya muertos, y sin aprovechamiento alguno dada la abundancia de
carne de este animal y las dificultades para su transporte hasta lugares más
asequibles. En ocasiones, transportarlos a un lugar con unas condiciones mínimas
para su manipulación es prácticamente imposible.
Aspectos como la forestación del campo aragonés, con mayor
superficie de bosque y matorral, el hecho de que se consuma menos leña y la
obtención de más comida y refugios han favorecido un aumento de la población de
jabalíes aunque también es cierto que se trata de situaciones fluctuantes en el
tiempo.
En Extremadura, Andalucía o Castilla-La Mancha, donde
se organizan cacerías en los que son abatidos muchos ejemplares. Luego se
transportaban a un centro de recepción y tras una pequeña manipulación y los
correspondientes análisis pasaban a otras industrias, normalmente para la
elaboración de embutidos o conservas. Pero con la crisis económica la
organización de estas cacerías se ha resentido y las empresas que trabajan con
esta carne tienen que obtenerla de otras regiones.
La empresa, cuenta 150 metros cuadrados de
instalaciones de frío (cámaras frigoríficas) en las que pueden tener cabida
unos 400 ejemplares de jabalíes o ciervos, las variedades con las que
mayoritariamente trabaja la empresa.
En Aragón hay una gran actividad relacionada con la
caza, con cerca de 50.000 licencias en vigor y con una alto porcentaje de
cazadores que proceden de otras comunidades autónomas, cerca de 15.000. Somos,
por tanto una referencia cinegética, y hacían falta unas instalaciones como
ésta, que con el tiempo dejen valor añadido sobre el territorio aunque la caza,
de por sí, supone un importante recurso económico para el medio rural aragonés.
Jabalíes cazados ayer en Villastar (Teruel) |
Se paga la carne de jabalí a 0.70 euros el kilo y la
de ciervo a 1,50 y que incluso existe una lonja, en Guadalajara, donde se fija
el precio de la carne de estos animales. Todos los ejemplares quedan en las
cámaras frigoríficas hasta que viene el camión de alguna empresa elaboradora, sobre
todo de Cáceres y Toledo. Puede decirse que les abastecemos de su materia
prima”.
Según los datos que maneja el Instituto Aragonés de
Gestión Ambiental (INAGA) en la temporada se abatieron en la Comunidad Autónoma
más de 35.000 jabalíes de los cuales, más de 22.000 fueron cobrados en la
provincia de Huesca, balance que supera en mucho a las otras dos provincias
aragonesas.
Por lo que se refiere a los ciervos, el número
de ejemplares abatidos en Aragón estuvo por encima de los 3.700, de los cuales
1.300 lo fueron en el Altoaragón. El corzo es otra de las especies que alcanzan
cifras altas y de esta forma la temporada pasada se cerró con 7.388 animales
abatidos de los cuales 2.470 fueron muertos en la provincia de Huesca.
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