El ciervo común o ciervo rojo se ha convertido en la especie más emblemática de
la Sierra de Albarracín. Es fácil verlos al amanecer y al atardecer, ya que es
por la noche cuando bajan a las siembras en busca de alimento.
El rasgo más característico de los machos es la magistral cornamenta que
exhiben y que cada año, tras su muda en el mes de marzo, aparece con mayor
fuerza y magnitud. Desde mitad de septiembre y durante el mes octubre, se puede
disfrutar del espectáculo de la berrea. Es en esta época de celo cuando los
machos pelean haciendo ostentosidad de su cornamenta y emiten berridos que
disuaden a sus competidores y atraen a las hembras.
El ritual de
apareamiento de los ciervos o venados es lo que se conoce como berrea o brama
Esta se produce en el inicio del otoño cuando los machos que han alcanzado la
madurez sexual, braman ,se contestan y se reúnen en torno a las hembras de su
especie para incluso tener que luchar con grandes encontronazos de cuernas. Su
bramido que recuerda recuerda el recuerdo de un toro, grave y profundo que
puede escucharse a varios kilómetros de distancia.
El macho que
resulta victorioso de las peleas es el que asegura así su territorio y un harén
de ciervas .La función de este espectáculo es la de demostrar quién es el más fuerte
y el más apto para cubrir a un mayor número de hembras.
En la Sierra
de Albarracín hay un observatorio que está instalado en el paraje denominado
Valtablado, ubicado dentro de la Reserva Nacional de caza Montes Universales.
Este servicio está dirigido principalmente a fotógrafos, profesionales o
aficionados, que deseen captar imágenes de la berrea desde un primer plano y
otro en Orihuela del Tremedal con visitas guiadas.
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