La orden incluye un nuevo artículo referente al transporte de piezas de caza para uso particular o para su transporte hasta un establecimiento de manipulación de caza. El responsable deberá disponer de una autorización de transporte que será emitida y firmada por el responsable de la cacería. Una misma autorización puede servir para amparar el transporte de hasta diez piezas. Las autorizaciones serán necesarias tanto para las carnes como para los trofeos, que se podrán separar. Esta medida contribuye a evitar el furtivismo y permite identificar las piezas en caso de controles policiales.
Un total de 7.324 licencias de cazadores empadronados en Teruel se registraron el año pasado, de un total de 50.000 que se otorgaron en el conjunto del territorio aragonés según las estadísticas del Inaga. Una temporada que desde la Federación Aragonesa de Caza ha sido calificada de mala. Los cazadores confían ahora que las lluvias de la primavera y del pasado verano propicien que la nueva temporada sea mejor.
La provincia de Teruel cuenta con un total de 352 cotos de caza mayor y menor y tres reservas de caza. Se estima que el año pasado se abatieron unas 50.000 codornices, 30.000 conejos y liebres y unos 6.000 jabalíes.
Por otra parte Aragón cuenta con 350 agentes que
supervisan la práctica de la caza. Las principales labores de los APN (Agente
para la Protección de la Naturaleza )son funciones de policía de la actividad cinegética
como son que los cazadores cuentan con
la correspondiente documentación administrativa en vigor: licencia de caza
,permiso del terreno cinegético, seguro obligatorio y documentación de las
armas, que las especies capturadas son las permitidas por la ley y que las
armas y la munición empleadas son las legalmente autorizadas así como que se
cumplan todas las disposiciones normativas.
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